miércoles, 4 de julio de 2012

Tu nombre verdadero

Bella, no te acusaré de incrédulla si acabas poniendo en duda lo que hoy sin premeditación resulté diciéndote. No, no es mí intención persuadirte sobre una verdad que ya conoces y llevas contigo a todo lugar y en todo momento. No hace falta entonces ningún esfuerzo extraordinario de mi parte. Basta dejar a lo natural seguir su curso. Soy así, natural y espontáneo, jugando a ser río y barco a la vez,  disfruto navegar en mi propio cause; dibujando a veces breves y apacibles espejos para hacercarle el cielo a los que no acostumbran mirar hacia lo alto. Sabrás, sin embargo,  que ese susurro de paz y armonía, fue antes y será después, furia desatada. Hay de aquel que navegue contra las envestidas de la naturaleza. Todos somos así, querida amiga, contrastante y caprichosa realidad. Somos la medida de todas las cosas, afirmaba por ello un gran sabio. Llevamos en nosotros, alturas y abismos, incendios y lagos, estrellas y montañas, hojarascas y frutos, oscuridad y amaneceres ....todo, todo cabe dentro de lo que somos, basta quererlo soñar y sentir.

Para no contrariar el impulso natural que me dicta seguir escribiendo, quiero insistir en recordarte que no es mi intento persuadirte, tienes el derecho y el deber de cuestionar y dudar. La duda es el principio de la sabiduría, quién todo lo cree todo lo ignora. Se cauta, no asumas por verdad cuanto te digan. Se cauta hasta conmigo mismo, abunda a flor de piel tanta mentira. Con esta salvedad, paso a contarte lo que me propuse: hace unos instantes, traté de escribirte algo que desafortunadamente he olvidado -quizá por irrelevante-. Con el descuido y la prisa que solemos usar estos aparatos modernos, tomé mi teléfono -dizque inteligente, mérito que pongo en duda desde que escuché nombrar de igual modo a las destructivas y letales armas modernas-; recuerdo claramente que empecé escribiendo tu nombre, tan exacto e inconfundible que puedo incluso dibujarlo a ciegas. Continué escribiendo mi corto mensaje hasta llegar al punto final. Antes de darle clic a enviar, leí, siempre afectado por la prisa, y creéme, este teléfono es en verdad inteligente, casi un clarividente, supo llamarte como en verdad eres. Cada vez que puse tu nombre, lo sustituyó por otra palabra: tu verdadero nombre. Así que, ante prodigio tan grande, pulsé -esta vez lenta y curiosamente- letra a letra -como lo hago en este mismo instante- . Bella, no me quedó más remedio que devolverle a mi teléfono el mérito en duda y a tí, tu nombre verdadero: simplemente...Bella.

martes, 3 de julio de 2012

Una breve y Roja historia.:España vs. Italia.

Voraz y abrazadora emergiò Del Bosque la Roja llamarada. Pase a pase fue escribiendo en el verde tapete la épica historia prologada en "Chino" en largos expectantes catorce minutos. Con brillos de Alba, arribó el incendio a los 41 minutos de refulgente "fuego". Pudo ser ese el magistral final de la preciada obra, pero, un travieso Niño, optó por darle en la Torre a un triste y pobre Bufòn, a quién después Mata y remata, con certero cuarto cañonazo, un tal Juan. Y colorín colorado, que este corto y rojo cuento en chino prologado, sólo en español será interpretado pero en todo el mundo justamente celebrado.