lunes, 4 de mayo de 2020

Puntos de vista.

M. A. L. Z.

Aún desde un mismo pedestal, el horizonte se revela de distinta forma a cada cual.

Del saber y el creer.

M. A. L. Z.

Prefiero una batalla permanente con cien preguntas indisolubles antes que aceptar una creencia irrebatible.

domingo, 3 de mayo de 2020

Gargantas tarifadas de hoy y de antes. (Un reto público)

M. A. L. Z.

Los gobernantes y los políticos han procurado desde siempre ganarse el favor de la prensa e intelectuales, sin reparar en la cuantía de los desembolsos que para tal fin han de realizar. Las maneras lícitas e ilícitas para lograrlo, son variadas: nombramientos oficiales,  contratos publicitarios, becas,  viajes,  premios, tráfico de recomendaciones e influencias, cuantiosas partidas confidenciales , etc, etc.

De las memorias autobiográficas del nicaragüense Alejandro Miranda,  extraemos un recorte en el que muestra con nombre y apellido a los más connotados poetas e intelectuales subvencionados por el gobernante guatemalteco Manuel Lisandro Barillas, a finales del siglo XIX. Dicha información la obtuvo Miranda, cuando trabaja como Ayudante del Tenedor de Libros de la Centralización de Cuentas, cuyo titular (1890) era Don Manuel Aldana.

Darío,  el gran poeta nicaragüense era, por mucho, el mejor remunerado, conforme a la lista. Percibía mensualmente casi cinco veces lo que recibía el poeta cubano José Joaquín Palma,  el autor del himno nacional de Guatemala.

 Para mayor apreciación de lo cuantioso de cada desembolso,  vale relacionar que un salario mensual dee $70.00 era bastante atractivo para cualquier oficinista de la época.

He acá la información en detalle:

A Valero Pujol ....................................$440.00

" José Leonard ..................................… 200.00

" Federico Proaño ................................ 150.00

" José Joaquín Palma....................................................... 150.00

" Joaquín Méndez..................................................... 500.00

" Rubén Darío.......................................... 840.00

" Demetrio Viana .................................................................… 100.00

" Adolfo Vendrell .................................…200.00

" Manuel Coronel Matus......................................................… 100.00

" Lorenzo Montufar................................................... 600.00

" Agustín Gómez Carrillo..............................................…..... 100.00

" José Antonio Mondujano ...........................................…....................... 100.00

" Ramón P. Molina..................................................... 100.00

" José Ernesto Zelaya ...............................................................… 100.00

" Manuel Lemus ................................... 100.00

" Carlos J. Valdez ................................................................... 160.00

" Carlos Selva (subvención a su Diarito en Nicaragua)..….................................................................300.00

" Augusto Mulet de Chambó (para fundar y sostener un Periódico en París, después de que suprimió El Imparcial) ......... .........
..........................................1,500.00

" Enrique Gómez Carrillo (para que escribiera en Madrid) ................................................125.00

Total mensuales $ 5,965.00

salían del Erario para los escritores que sostenían aquel Gobierno inepto, desde todo punto de vista.

Poco a poco yo fui conociendo aquel pantano oficial en donde se revolcaban águilas con toda clase de sabandijas.

El 28 de Agosto del mismo año de 1890 ocurrió el asesinato de J. Martín Barrundia en el Puerto de San José, a bordo del vapor Acapulco. Barrundia, indudablemente era una mala ficha: fue
uno de las más terribles y temibles sicarios de la época de Rufino Barrios."

Vamos a ver si siguiendo el valiente ejemplo testimonial de Alejandro Miranda, alguien de nuestro tiempo que, poseyendo información directa acepta el reto de ilustrarnos compartiéndonos una lista  actualizada de las gargantas asalariadas, subragadas con fondos del pueblo.