miércoles, 12 de julio de 2017

In culpa.


(I de V partes)
Marco Aurelio Laínez Zelaya

Culpable soy de cuanto quieras. Mi amplio abanico de errores facilita cualquier señalamiento de tu parte.
En mi humano transitar, como tú, he tenido inicialmente que aprender lo que al alcance había. Dando tumbos, cayendo de bruces a veces, a prueba y error, he capitalizado mis mejores lecciones.
Adentrado en el camino, en los pequeños espacios robados a la libertad, comprendí que es imposible progresar en la búsqueda del saber, sin confrontarme  a mí mismo. Pequeñas victorias y amargas derrotas he cosechado procurando desaprender mucho de lo aprendido.

Culpable me declaro de cuanto quieras, excepto, hasta hoy, de éstas pequeñas e intrascendentes cosas que deseo conozcas:

Sin atenuantes ni agravantes.

De cuanto he dicho o callado, de cuanto he hecho o dejado de hacer, de mis exabruptos e inhibiciones, de mis rabietas y mis pasividades, de mis estallidos alegres o tristes; asumo plena responsabilidad. Ni el alcohol ni las drogas , ni siquiera la nicotina han navegado alguna vez en mi torrente vital. Si te debo una disculpa, una palabra de aliento o de gratitud, soy yo el deudor a quien debes señalar. A ninguna sustancia externa apelaras para atenuar o agravar mis culpas.

Muletas quizás, amuletos jamás.

Fuera de algún documento de identificación personal, no llevo conmigo  estampas "mágicas". Libres están, mis extremidades, mi cuello, mi cuerpo en general y mi casa, de amuletos o  imágenes totémicas.
Ni bendiciones ni maldiciones imploro o temo ante lo inerte o ante lo vivo.
Acepto sin protesta mi naturaleza débil y perecedera; regla infalible en el plan de vida universal. Sé, por lo tanto, que llegará quizá el día en que agobiado por el peso de los años, requiera una mano amiga para apoyarme o una muleta para desplazarme. Solo aspiro, a conservar intacta y firme la fe en mí mismo y en la inteligencia suprema de la que todo proviene y a la que todo vuelve.
No me concibo postrado frente a inútiles intermediarios celestiales de cualquier tipo, suplicandoles den, lo que no poseen.