domingo, 25 de octubre de 2015

Don Armando Disturbios y sus mafiodólares.

Marco Aurelio Laínez Z.

Legal e ilegalmente, toneladas de armamentos entran a los países subdesarrollados.  Unas, para hacer más efectiva la función represora de la policía y el ejército en contra de su propio pueblo.  Otras, para mantener vigente el recelo entre naciones vecinas, renovando entre ellas una constante y onerosa carrera armamentista que reditúa pingües ganancias a fabricantes de armas y de conflictos. Pueblos tan afines como los latinoamericanos, unidos por centenarios lazos culturales, cargan como terrible condena el lastre del divisionismo, semilla de destrucción y sometimiento, sembrada y fertilizada por potencias intervencionistas. Todo ensayo emprendido en pos de la unificación o reunificación de la patria grande soñada por Bolivar, José C. Del Valle, Morazán y otros preclaros hijos de nuestra tierra, ha fracasado entre un marasmo de intrigas, desconfianzas y miedos instigados por el largo brazo interventor .

Aparte del clientelismo oficial,  la industria armamentista ha encontrado en las mafias criminales dedicadas al narcotráfico,  al secuestro, a la extorsión, al sicariato y a la delincuencia común, un floreciente y rentable nicho de mercado. Este tipo de compradores,  está siempre dispuestos a pagar altos precios por los instrumentos de muerte que utilizan para el sostenimiento de sus ilícitos quehaceres.

¿ Cuántos billones de dólares genera en ganancia este sucio negocio a los fabricantes de armas?  Bien sabemos el cuestionado origen de los fondos con que son pagados los ilegales arsenales, pero,  ¿por qué será que ninguna fábrica de armamentos ha sido multada o cerrada por sus nexos con las mafias que ensagrientan nuestros paises ? Siendo las armas el andamiaje principal en que se sostiene el crimen organizado,  y sabiendo a ciencia cierta la procedencia de las mismas,  ¿Por qué,  los organismos dedicados al combate de las mafias internacionales y el lavado de activos, no emprende operaciones efectivas para desarticular el tráfico ilegal de armas e investiga a fondo el manejo de fondos en estas fábricas? 

En el envolvente círculo de podredumbre mercantilista legal e ilegal que produce el tráfico de drogas y armas, es claramente notoria la  vinculación y participación de importantes elementos del poder público y gubernamental.

Al igual que  las drogas y las armas, las influencias y el clientelismo político se trafican a un alto precio, el que como de costumbre,   recae sobre las más débiles espaldas, que aportan su sangre como materia prima para el lavado de los mafiodólares.

Cuando el sacrificio aumenta para las clases oprimidas, cuando mengua en el horizonte la luz de la esperanza; arriesgándolo todo, dejando atrás lo más querido, las sangrantes espaldas emprenden su éxodo hacia el norte, por la misma ruta de muerte que recorren los ingentes cargamentos de drogas y armamentos.  Si la suerte corre de su lado, lavarán sus heridas en las aguas del río Bravo y ostentarán sin remilgos su nueva categoría de espaldas mojadas.