martes, 26 de mayo de 2015

Dos oscares para Centro América: aproximaciones y distanciamientos.

Ambos nacidos en la región centroamericana, uno en Honduras, el otro en El Salvador.

Los dos llegaron a convertirse en prominentes cabecillas de su grey católica. 

Bautizados fueron con el nombre de Óscar. Y aún más, sus siglas son idénticas: O. A. R. Correspondientes a Oscar Arnulfo Romero y a Óscar Andrés Rodríguez. 

A pesar de las raras coincidencias que encontramos entre estos dos líderes católicos, no podemos obviar los estilos diametralmente opuestos con que cada uno de ellos ha interpretado y llevado a la práctica su misión evangelizadora.

Monseñor Romero se caracterizó por su continuado y cercano contacto con los pobres y oprimidos de su nación,  fue un indiscutido campeón defensor de los derechos humanos,  apostolado que acabó convirtiéndolo en un mártir de las causas sociales justas.

Entre tanto, el cardenal Rodríguez,  ha apostado a jugar cada vez con mayor notoriedad,  un rol de apaciguador ( o falso pacifista) de los clamores populares. Se complace en comparecer periódicamente ante los medios noticiosos para desacreditar los más legítimos reclamos  populares y justificar sutilmente las imposiciones y abusos gubernamentales.
Bajo el tapete de sus suntuosos altares, asoman, cada vez con mayor desfachatez, los cuantiosos y verdes estímulos que enervan su léxico antipopular.

domingo, 24 de mayo de 2015

Lluvia de peces en Honduras



A pesar de la antigüedad y recurrencia del fenómeno, existen aún personas que ponen en duda la realidad de la asombrosa lluvia de peces que acontece casi año tras año, en la región Atlántica de Honduras, específicamente en el departamento de Yoro, ubicado a unos 200 kilómetros del océano Atlántico. Dato este, que conviene tener en cuenta por la teoría de ciertos estudiosos del fenómeno, que atribuyen el mismo a posibles trombas marinas que recogiendo del mar los peces, los arrojaría a dicha zona al disiparse las nubes en lluvia. Lo extraño y cuestionable de esta hipótesis es que la maravillosa situación se presenta exclusivamente en la misma pequeña franja territorial.

Otros teóricos argueyen la existencia de alguna corriente acuática subterránea, que al darse las lluvias torrenciales de mayo a julio, expulsa a la superficie los misteriosos peces. Esta lógica explicación ha quedado descartada, gracias a las tomas fotográficas que la misma población ha logrado capturar esta vez, en las que se observa con claridad indiscutible los peces cayendo desde el cielo. 

Fuera de las anteriores y racionales explicaciones, existe también la visión mítica de algunos pobladores de dicha región, que sin mayores esfuerzos analíticos, ven en el fenómeno, la continuidad de un milagro divino, que viene ocurriendo desde hace más de 150 años, gracias a la intermediación de un español al que muchos yoreños daban por santo. Trátase del sacerdote católico, Jesús de Subirana, un tenaz defensor de los derechos de los indígenas de aquella región, en la que vivió desde 1856 a 1864. Los relatos orales que aún perviven, aseguran que el Padre Subirana, viendo la pobreza que padecían los habitantes, imploró al cielo durante tres días y tres noches, para que socorriera con un milagro a su gente.

Las dos muertes de Alfred Nóbel

Es imposible pensar en el gran científico sueco, Alfred Nóbel, sin vincularlo a su más famoso invento: la dinamita, y desde luego, en los más prestigiosos y conocidos premios que por su voluntad fueron creados para incentivar el saber humano.

Poco se conoce, sin embargo,  que un error noticioso sobre su falsa muerte pudiera haber sido el impulso decisivo que lo llevó a destinar la mayor parte de su cuantiosa fortuna, a la creación de los Premios que llevan su apellido.  

Cómo Alfred, Ludvig, su hermano mayor, fue un destacado científico y hombre de empresa. Fue él quien con su capacidad investigadora condujo a Rusia a convertirse en una potencia petrolera a nivel mundial. Ludvig se caracterizó por ser un empresario muy identificado con las necesidades de sus trabajadores. Creo para ellos una cooperativa financiera, les construyó viviendas y centros recreativos, donaba también sumas importantes para escuelas y hospitales.

Un día de 1888, Ludvig Nóbel fallece durante un viaje a Cannes (Francia). Por error, un periódico francés publicó que era Alfred el fallecido. El titular de la noticia era "El mercader de la muerte ha muerto", y en el obituario se podía leer: "El Dr. Alfred Nobel, que se ha hecho rico encontrando formas de matar a más gente más rápidamente que nunca antes, murió ayer." Obviamente el periódico tuvo que rectificar, pero Alfred tuvo ocasión así de hacerse una idea del recuerdo que iba dejar al mundo. 

Testamento de Alfred Nóbel 

Un año antes a su "segunda" y verdadera muerte (27 de noviembre de 1895), Alfred firmó en París el testamento que recogía expresamente la creación de la Fundación Nobel (Nobelstiftelsen). De tal forma, la Historia de los Premios Nobel tiene su origen en una disposición hereditaria en el testamento de Alfred Nobel. Dicha disposición decía lo siguiente: 

Testamento de Alfred Nobel 

"El que suscribe, Alfred Bernhard Nobel, declaro por este medio tras profunda reflexión, que mi última voluntad respecto a los bienes que puedo legar tras mi muerte es la siguiente: 

Se dispondrá como sigue de todo el remanente de la fortuna realizable que deje al morir: el capital, realizado en valores seguros por mis testamentarios, constituirá un fondo cuyo interés se distribuirá anualmente como recompensa a los que, durante el año anterior, hubieran prestado a la humanidad los mayores servicios. El total se dividirá en cinco partes iguales, que se concederán: una a quien, en el ramo de las Ciencias Físicas, haya hecho el descubrimiento o invento mas importante; otra a quien lo haya hecho en Química o introducido en ella el mejor perfeccionamiento; la tercera al autor del más importante descubrimiento en Fisiología o Medicina; la cuarta al que haya producido la obra literaria más notable en el sentido del idealismo; por último, la quinta parte a quien haya laborado más y mejor en la obra de la fraternidad de los pueblos, a favor de la supresión o reducción de los ejércitos permanentes, y en pro de la formación y propagación de procesos de paz.

Los premios serán otorgados: los de Física y Química por la Academia Sueca de Ciencias; el de Fisiología o Medicina por el Instituto Carolino de Estocolmo; el de Literatura, por la Academia de Estocolmo; el de la obra de la Paz, por una comisión de cinco individuos que elegirá el Storthing noruego. Es mi voluntad expresa que en la concesión de los premios no se tenga en cuenta la nacionalidad, de manera que los obtengan los más dignos, sean o no escandinavos [...] 

A partir de ahora, es éste el único testamento con valor legal. Con él quedan sin efecto todas las disposiciones testamentarias anteriores que puedan aparecer después de mi muerte." 

París, 27 de noviembre de 1895. 

Alfred Bernhard Nobel 

Alfred Nobel no instituyó en su testamento el Premio Nobel de Economía. Este galardón fue creado años más tarde, concretamente, en 1968 por el Banco Central Sueco y se otorga desde 1969. 

Un año después, el 10 de diciembre de 1896, Alfred Nobel fallecía en su residencia de San Remo. Esta fecha, el 10 de diciembre, estará siempre ligada a la Historia de los Premios Nobel, ya que la ceremonia de entrega se celebra precisamente ese día, para conmemorar la muerte del creador y mentor de dichos galardones.

En su honor llamaron a un asteroide (6032) Nobel, y un cráter lunar lleva su nombre, así como un elemento químico, el Nobelio, y los premios Nobel.

Fuentes: 
Nobelpreis.org
Wikipedia