lunes, 14 de enero de 2019

Vértigo



M. A. L. Z. 

Una fuerza poderosa e inofensiva 
me invadió de repente. Con pausado y sostenido empuje, me condujo, más y más alto. 

Mientras seguía mi ascenso por aquella cumbre de extraña felicidad, me asaltó una duda, y un por qué, frenó en seco mi avance. Sin fatiga alguna, me obligué a descansar, y volviendo la mirada hacia la oscura y profunda boca, hambrienta de todo, sentí la estocada del temor, que cortando de un tajo mis alas, me devolvió a la llanura de la realidad.

Caminante.

Prioritario es permanecer en la ruta correcta, no desesperarse por la lentitud en el andar,, no aterrarse por la soledad del camino ni dejarse ofuscar por eventuales extravíos. El mayor de los desastres proviene dejándose arrastrar por la ciega y rauda muchedumbre. 
M. A. L. Z.