domingo, 12 de marzo de 2017

Berta Cáceres: el martirio de una lidereza popular.

El vil asesinato de Berta Cáceres, ha puesto en evidencia la crueldad de que son capaces algunos políticos y empresarios hondureños, en su afán de acaparar y explotar en beneficio propio,  la tierra y sus riquezas naturales.

Como parte de un siniestro plan para despojar a los indígenas lencas, de los territorios que ancestralmente poseen, sicarios y escuadrones de la muerte han materializado sobre ésta valiente etnia, una persecución y acoso continuo, desde que el 2009, el gobierno golpista y los dos gobiernos  subsecuentes, concedieran ilegalmente a empresarios nacionales y extranjeros, la explotación de ríos y minerales existentes en la zona.

Más de 20 líderes y campesinos lencas han sido asesinados desde entonces.

Las denuncias, los pronunciamientos y las manifestaciones de protesta han resultado inútiles para detener la masacre contra los lencas y otros grupos étnicos de Honduras, que conviven diariamente bajo la amenaza del despojo y la muerte. Ni siquiera el reconocimiento y el prestigio internacional que alcanzó Berta, al recibir el premio Goldman el 2015, fue suficiente para proteger su vida.

Un mes antes del asesinato de Berta, la dirigencia lenca brindaba en conferencia de prensa, un informe detallado sobre los caídos en la defensa de sus derechos, solicitaban además, la protección del estado para nuevas potenciales víctimas. Pero, estamos en Honduras, donde como respuesta a las más justas peticiones populares, se cuelga un crespón negro teñido de sangre y maloliente a pólvora.