domingo, 8 de julio de 2018

La gran batalla.

(M. A. L. Z.)

Hace tiempo, mucho tiempo, que  batallo por derrumbar en mí, los rígidos esquemas que erige la tradición y la ignorancia. Pequeños e imperceptibles han sido mis triunfos, ningún ojo puede dar fe de las cadenas rotas ni de los pasos, cada vez más ligeros y atrevidos con que me interno en los impredecibles caminos de la libertad. ¿ Qué miedo, qué dolor o qué celoso gendarme  podrá hoy cerrarme el paso?

Piedra sobre piedra.

(M. A. L. Z. )

Las oigo caer tozuda y rudamente.
A veces, la carne viva amortigua su impacto y ahoga su voz. Otras, el hueso reciente y responde con su calcáreo lamento.

Cada vez serán más, lo sé. Y saberlo me libra del dolor acentuado por la sorpresa.

Mientras la suma continúa piedra a piedra, golpe a golpe; intentaré y reinventaré alegrías, hasta que cruja y se quiebre el mismo fiel de la balanza. Para entonces, no los veré, pero desde el más acá los veo lanzando flores sobre mis despojos.