jueves, 2 de febrero de 2023

El humano, un concepto siempre inacabado



Marco Aurelio Laínez Zelaya.

Nunca afirmes o te sientas seguro de conocer y comprender a los demás. Sin importar la cercanía ni la antigüedad de tus vínculos, los parientes, los amigos y los compañeros de brega, tendrán siempre un secreto inconfesable, vedado para ti. Además, en todos hay facetas o manifestaciones personales que solo afloran en determinadas circunstancias de la vida.

Cualquier certeza concebida con respecto a los demás, puede derrumbarse en un santiamén, dejándote inmerso en un mar de confusiones, a veces dolorosas. No hallarás ni santos ni diablos en grado absoluto. El mejor de los humanos puede virar bruscamente hacla la bestialidad o viceversa. Las virtudes y los defectos humanos, como las luces y las sombras se acentúan o desvanecen conforme transcurren las horas o con el cambio de las condiciones climáticas.

Mientras vive, el humano es un ser inacabado, sujeto, para bien o para mal, a grandes o leves cambios. Por lo mismo, no podemos formarnos sobre nadie conceptos inamovibles. La induscutible verdad que sobre alguien digamos, puede, después; resultar insostenible para aplicarse a ese mismo individuo y su nueva realidad.

Por más sensato que creas ser y por más basta que sea tu capacidad de asombro, la vida y las personas no cesarán de sorprenderte. Permaneced, pues; alerta, que siempre habrán alegrías y tristezas repentinas, lealtades o traiciones, respaldos o abandonos de quienes menos te lo esperas.
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miércoles, 1 de febrero de 2023

Preautopsia para un sobreviviente.

Marco Aurelio Laínez Zelaya

La guerra no da tregua, se torna cada vez más cruenta. Valientes focos de resistencia dan la mejor de sus batallas en todos los costados. En la cumbre de la mediana estatura se libran incesantes enfrentamientos entre batallones de banderas blancas y banderas negras. El epicentro muestra la devastación creciente y la clara tendencia del bando aventajado. Todo acabará, más, nadie sabe ni el día ni la hora del final. El tiempo, el mejor de los hilanderos, se ha decantado ya por uno de los bandos y tejiendo va su algodón, extendiendo poco a poco el dominio de la blancura. Entre los de negro uniforme, sobresalen heróicos soldados que, antes que vestirse del color contrario - como lo hacen muchos de sus compañeros- , prefieren rodar por el mortal precipicio. Ligeramente abajo, en el pabellón frontal de la nave, sede del Comando Central, una vieja y protuberante huella deja ver lo que pudo haber sido el temprano fin de todo. Fue un golpe certero de la mala suerte, de haberse quedado en su sitio, nada le hubiese ocurrido al Comandante en Jefe. Pero, el más racional de los temores lo obligó a buscar resguardo del repentino ataque, lanzándose de bruces en aquel oscuro rincón, destino exacto del poderoso disparo, que puso a prueba exitosamente, la resistencia del casco que provee protección al delicado y vital comando

domingo, 29 de enero de 2023

Honduras, una nación hambrienta de justicia y dignidad.



Marco Aurelio Laínez Zelaya 

Una nación que ha estado inmersa en una prolongada y profunda crisis, es una nación ávida de cambios positivos. Esas legítimas y apremiantes aspiraciones parten del dolor, de la frustración y el abatimiento que produce el vivir diariamente luchando en desventaja contra la pobreza y sus variadas manifestaciones, tales como, la falta de empleos, el auge de la criminalidad y el consiguiente clima inseguridad pública, la escasa cobertura y la deficiente calidad de los servicios públicos de educación y salud, el desamparo jurídico sufrido a manos de los mismos responsables de impartir justicia, la desintegración familiar y sus secuelas a causa, principalmente, del incontenible éxodo de jóvenes que buscan en el extranjero la satisfacción de los derechos que en su propio país le son negados. 

Quien como gobierno se proponga seria y  sinceramente revertir la situación de una nación con estas indeseables características, debe ser, además de valiente, un convencido prospecto de mártir popular. El simple anuncio de  planes a desarrollar para procurarle al pueblo justicia y equidad, será tomado por los sectores poderosos acostumbrados al saqueo de los fondos públicos y al lucro ilícito, como una declaratoria de guerra, para la cual, les sobra recursos, asesores, instructivos y estratagemas, defensores y voceros bien pagados. Y como si con este tipo de enemigos no fuera suficiente para dificultar todo cambio y avance en pro del bienestar del pueblo, los gobiernos corruptos, antes de entregar el poder, se encargan de dilapidar hasta el último centavo de las arcas nacionales, contraen empréstitos, firman concesiones y suscriben contratos de último momento para impedir o dificultar el buen desempeño del nuevo gobierno y continuar ellos y sus empresas, lucrándose con el dolor y la explotación del pueblo. 

Cuando se intenta rescatar el rumbo errado de una nación, se debe partir prioritariamente, diagnosticando la realidad nacional y elaborando un plan de desarrollo integral para mediano y largo plazo. Entre las acciones a emprender en el plazo inmediato  estarán comprendidas la actualización del marco jurídico y la contratación para cada área, de personal altamente calificado y comprometido con los objetivos y metas a cumplir. De carácter impostergable será también el combate generalizado a la corrupción y a la delincuencia.  Y mientras se concretan los resultados de mediano y largo alcance, se deben obtener con prontitud los recursos necesarios para dinamizar los servicios públicos y aliviar de algún modo las necesidades básicas de la población más pobre. 

Nada es fácil cuando de rescatar a una nación se trata. Duras batallas hay que librar contra la arraigada cultura de privilegios, enriquecimiento ilícito y corrupción. Pero, por muy desastrosa que sea la realidad que se enfrenta, un gobierno capaz y honesto puede, en el primer año de gestión, sentar las bases sólidas para emprender luego, la marcha hacia un desarrollo nacional con equidad y justicia.