M. A. L. Z
El dolor va tocando y derribando puertas. Nadie lo convocó, nadie interrumpe su paso. La desbocada bestia, sin rienda ni freno, avanza destrozado vidas.
La salobre tristeza corroe la templanza y la cordura.
se agrietan los corazones,
se encenega el alma en maldiciones inútiles
El caporal de los sellos oficiales ha extendido por decreto los límites de su muladar.