Marco Aurelio Laínez Z.
En veda estoy (contra mí mismo).
Perentoriamente prohibidos quedan:
los saludos calcados,
las sonrisas espejo
y el rancio olor de la rutina
con sus automatizados visajes.
Cansa la costumbre,
pesa el tedio.
No llames,
no toques a la puerta.
Estoy de viaje.
He salido a explorar la incertidumbre,
en busa estoy de mí mismo.